
Paraguayos, hipermillonarios del agua
29 abril, 2025 Desactivado Por revistapyEl calentamiento global, la escasez de recursos energéticos y la producción alimentaria insuficiente generan una creciente inestabilidad a escala mundial. En este escenario, la crisis hídrica se perfila como uno de los desafíos más urgentes, con sequías cada vez más severas que amenazan la supervivencia humana y agudizan las tensiones geopolíticas. Mientras África, Asia y Europa padecen una disminución acelerada de sus fuentes de agua, América Latina aún dispone de una considerable abundancia de este recurso esencial.
Hace apenas unos días pasó casi desapercibido el Día Mundial del Agua. Para muchos paraguayos, fue un día sin importancia teniendo en cuenta la generosa cantidad de este recurso en el país. Al mismo tiempo, en redes sociales, un vídeo sobre los países con mayor reserva de agua dulce de América Latina colocaba a Argentina en el lugar 13, con 19.000 m3 por habitante; en los puestos 12 a 10, a Costa Rica, Nicaragua y Ecuador, con entre 22 a 24.000 m3/h; Panamá quedó noveno, con 31.000 m3/h; entre los lugares 8 y 4 quedaron Brasil, Colombia, Bolivia, Chile y Venezuela, con entre 40 y 47.000 m3/h; tercero Uruguay, con 51.000 m3/h; segundo Perú, con 54.600 m3/h, y en primer lugar Paraguay, con 55.600 m3/h.
Max Pasten, investigador del Centro Multidisciplinario de Investiga ciones Tecnológicas (CEMIT), dependiente de la Dirección General de Investigación Científica y Tecnológica de la UNA, e integrante del Grupo de Investigación en Formación en Ciencias del Cambio Global (GICCG),Facultad Politécnica, UNA, confirma la información y dice que, en particular, Paraguay sobresale al contar con aproximadamente 60.000 m³ de agua por habitante al año (PNUD, 2002), la cifra más alta del mundo, lo que lo convierte en un enclave estratégico en un planeta cada vez más sediento. Tal como lo señala el Primer Informe de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos del Mundo: “De todas las crisis, ya sean de orden social o relativas a los recursos naturales con las que nos enfrentamos los seres humanos, la crisis del agua es la que se encuentra en el corazón mismo de nuestra supervivencia y la de nuestro planeta”, expresa Max.

Max Pasten, investigador del Centro Multidisciplinario de Investigacciones Tecnológicas (CEMIT).
El experto explica que según diversos organismos internacionales y el PNUD, la creciente escasez de agua potable se debe principalmente a) al aumento de la demanda: el crecimiento demográfico y la acelerada urbanización incrementan significativamente la demanda de agua; b) el cambio climático: la alteración de los patrones de precipitación está modificando la frecuencia y severidad de sequías e inundaciones, afectando la variabilidad climática natural; c) la contaminación de los cauces hídricos: vertidos industriales, agrícolas y urbanos deterioran la calidad del agua en las principales fuentes y en cuatro lugar d) la gestión ineficiente: la infraestructura de distribución y saneamiento insuficiente contribuye a una administración deficiente de los recursos hídricos.
La precipitación media anual en Paraguay es de 1.130 mm, que supone unos 460 km3/año en todo el territorio paraguayo, agrega Alejandro. De este aporte, se convierten en Recursos Hídricos Renovables Internos (media a largo plazo) 117 km3/año, por lo que las pérdidas por evapotranspiración y evaporación suponen el 75 % de la precipitación. Los recursos hídricos renovables superficiales totales son 117 km3/año. Los recursos hídricos renovables subterráneos totales son 41,64 km3/año.
“Paraguay pertenece en su totalidad a la gran cuenca del río de la Plata, compartida con Brasil, Argentina, Bolivia y Uruguay. La superficie del Paraguay representa el 13 % de la cuenca del Plata”, refiere, y agrega que este recurso es clave para generar hidroelectricidad, para desarrollar la agroindustria y el transporte fluvial.
Los principales cuerpos de agua dulce en Paraguay incluyen los ríos Paraguay, Paraná y Pilcomayo, junto con sus tributarios, además de acuíferos como el Patiño y el Guaraní, que están distribuidos estratégicamente a lo largo del territorio, aclara María Rosa Servín Nasich, Ing. Agroambiental, Magíster en Manejo de Recursos Naturales y Gestión Ambiental del Territorio y doctora en Gestión Ambiental.

María Rosa Servín Nasich, Ing. Agroambiental, Magíster en Manejo de Recursos Naturales y Gestión Ambiental del Territorio y doctora en Gestión Ambiental.
“El río Paraguay, además de ser el eje principal de transporte fluvial que maneja el 80 % del comercio exterior, es vital para la agricultura. Por su parte, el Acuífero Guaraní abastece al 90 % del sector rural, proporcionando agua para riego y consumo humano”, precisó.
Además, señaló que los ríos Paraná y Paraguay sostienen las represas de Itaipú y Yacyretá, que generan energía hidroeléctrica para el consumo interno y la exportación, siendo pilares de la economía nacional. “Estos recursos hídricos en conjunto sustentan actividades económicas clave como la agroindustria, el transporte, la pesca y la producción de energía, contribuyendo aproximadamente al 25 % del PIB nacional”, dice la experta.
También advierte que Paraguay podría capitalizar sus reservas de agua en un mundo donde el agua es cada vez más valiosa, esto mediante iniciativas como la exportación de energía hidroeléctrica con valor agregado, por ejemplo, produciendo hidrógeno verde a partir de los excedentes generados por Itaipú y Yacyretá. La tecnificación de la agricultura, incluyendo sistemas de riego por goteo, permitiría optimizar el uso del agua en cultivos y ganadería, reduciendo el consumo y mejorando la productividad. El desarrollo de tecnologías innovadoras para la gestión hídrica y la conservación de recursos, tanto para uso interno como para exportación como servicios especializados, también representa una oportunidad estratégica, opina.
Osvaldo Barresi, quien cuenta con un doctorado en Ciencias ambientales e Hidrología y se encuentra en Francia, dio su parecer en cuanto a este valioso recurso y habló de los cuidados que se deben tener en cuenta para protegerlo.

Osvaldo Barresi, quien cuenta con un doctorado en Ciencias ambientales e Hidrología. Foto: Gentileza.
“Primero, tener un plan concreto de gestión del agua en un contexto de cambio climático, es decir, ante eventos climatológicos extremos más frecuentes, como las sequías. Las autoridades deben impulsar la cooperación entre diferentes sectores: agrícolas, industriales y urbanos para poder equilibrar la demanda de agua y evitar potenciales conflictos”, afirma.
Para hacer esto, la primera etapa es comprender el comportamiento del ciclo del agua en la región y cuáles son las tendencias actuales con respecto a su disponibilidad. Para ello, se debe fomentar un monitoreo serio de las condiciones hidro-climatológicas en las cuencas, subcuencas y acuíferos a través de todo el país. Esto permitirá, además, localizar los sitios del país más vulnerables a la falta de agua y actuar en consecuencia.
Finalmente, las autoridades deben promover la educación y conciencia pública con respecto al cambio climático, la disponibilidad y cuidado de la calidad de agua, indica.
La mayoría de los paraguayos no es consciente de la gran riqueza que posee y que en el futuro será aún más valiosa ante la crítica escasez mundial de agua. Por eso hay que prever los riesgos de sobreexplotación o contaminación que podrían ocurrir.
Osvaldo cuenta que existen trabajos de investigación en los que se constata la contaminación y bajante de agua de ciertos sistemas, como el acuífero Patiño, donde se detectó un balance hídrico negativo, la presencia de patógenos y otros contaminantes químicos. Además, el lago Ypacaraí que hoy en día puede ser considerado como un reactor de producción de cianobacterias que degradan la calidad de agua.

“La falta de tratamiento de efluentes en ciertas empresas localizadas en zonas urbanas de gran Asunción son una potencial fuente de contaminación. La gestión de residuos en la ciudad de Asunción, que representa una fuente importante de contaminación de aguas, debe ser reestructurada para asegurar la protección sanitaria de las personas”, finaliza.
Fuente: www.lanacion.com.py