
Paseo en Catamarán: nueva atracción en Río Grande del Norte
15 diciembre, 2019Sambaqui – «La perla de Rio Cunhaú», es la novedad en turismo de Río Grande del Norte. El catamarán Sambaqui se desliza suavemente por las aguas de Barra do Cunhaú, ingresa al pantano de manglares al Meral, donde se unen los ríos Cunhaú, Curimataú y Garatuba, donde cada pasajero puede disfrutar de la paz, la tranquilidad y la exuberancia de la naturaleza virgen que sirve a este ecosistema. Desde criaderos hasta diversas especies de peces y viviendas naturales para moluscos, crustáceos y aves nativas, incluida la garza azul, y respirando el aire fresco que proviene del Océano Atlántico.
Volviendo a Barra do Cunhaú, se puede apreciar la ciudad con una vista privilegiada, con una parada para la demostración de la captura artesanal del cangrejo y las curiosidades de esta especie. Siguiendo se extiende a lo largo de la margen derecha del río Cunhaú, hasta la playa de Restinga, con aguas tranquilas, ideal para un baño refrescante y relajante, terminando esta experiencia única después de 3 horas de turismo.
El Sambaqui navega en silencio, y se integra con el medio ambiente. De hecho, es un sueño diseñado y construido con un diseño distintivo y una tecnología liviana y reciclable, que sustenta el concepto de la compañía de ofrecer turismo de calidad, sostenibilidad ambiental y proporcionar una experiencia de navegación única e innovadora. La estructura, que respeta la accesibilidad de todos, ubica cómodamente a 92 personas sentadas en la cubierta inferior, con mesas ideales para bocaditos y bebidas servidas a bordo y para 28 pasajeros en la gran terraza con espacio libre o mesas y sillas. Posee un espacio de ocio en proa y popa. También tiene un sistema de sonido para entrada usb y bluetooth, iluminación nocturna y baños individuales para hombres y mujeres, barra de bebidas y preparación de buffet, y equipos modernos de rescate y seguridad completos: extintores, chalecos salvavidas y boyas para 50 pasajeros cada uno.
Sambaqui en Tupi-guaraní significa «montón de conchas», aludiendo a la granja de su propietario llamada Casqueira, llamada así por los antiguos habitantes de la región que, cuando se alimentaban de los abundantes crustáceos y moluscos, especialmente las ostras gigantes, acurrucaban sus conchas. Los casqueiros o el depósito de conchas. La granja de Casqueira está rodeada por el río Garatuba, que desemboca en el río Curimataú, tiene varias hectáreas de bosque atlántico preservado y manglares, es una referencia agrícola en la región y el campo de estudio e investigación arqueológica por toda su riqueza natural, histórica y cultural.
Fuente: Cristina Lira